Es un término político usado para designar corrientes heterogéneas pero caracterizadas por su aversión discursiva o real a las élites económicas e intelectuales, su rechazo de los partidos tradicionales (institucionales e ideológicos), su denuncia de la corrupción política por parte de las clases privilegiadas y su constante apelación al "pueblo" como fuente del poder.
Posee 2 acepciones: una positiva y una negativa
Acepción positiva: se refiere a algún movimiento social, el cual pretende que el poder recaiga más en el pueblo llano, es decir, promueve una especie de anti-elitismo buscando favorecer a los granjeros, los obreros, pequeños emprendedores, bajo clero, sindicatos, burgueses radicales, capitalistas populares (sin contactos con las oligarquías), las clases media y baja; y menos poder para las élites políticas y económicas corporativistas y caudillistas.
Acepción negativa: es el uso de "medidas de gobierno populares", destinadas a ganar la simpatía de la población, particularmente si ésta posee derecho a voto, aún a costa de tomar medidas contrarias al Estado democrático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario